lunes, 16 de enero de 2017

La Humildad y Servicio del Líder

Humildad y servicio:

Las dos características principales de Jesús como líder fueron: su humildad y servicio. A pesar de ser Dios no tomó eso como cosa a la cual aferrarse. Tenía todo lo que se requería para exigir respeto y atención, pero aun así no lo hizo. Estas dos deben ser las dos características principales que todo líder debe imitar de Jesús: humildad y servicio. No importa en qué área de influencia estés en tu congregación o ministerio, si no vives en humildad y para servir a los demás; entonces no estás preparado.

El Apóstol Pablo, en su epístola a los Filipenses 2: 5-6, habló claramente acerca de la humildad de Jesucristo. Él dijo que “haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló hasta la muerte, y muerte de cruz”. Esta es la actitud que está faltando en nuestros líderes, e incluso en nosotros mismos: humildad. Un líder humilde se puede identificar en la forma como habla y se da a los demás. Un líder humilde ama a su prójimo como a sí mismo.

Fíjese bien en el versículo 6 de Filipenses capítulo 2: “… tomando forma de siervo…”. Jesucristo se caracterizó por el servicio. Siendo Dios vino a servir y no a ser servido. El líder debe ser un siervo. Muchos piensan que el liderazgo es vivir una vida de comodidad, y solo pretenden que los seguidores les sirvan a ellos. Los seguidores no sirven a los líderes si antes los líderes no sirven a los seguidores primero. Nadie es capaz de servir, si antes no es capaz de humillarse primero. El servicio es la marca de la humildad.


Dios demanda de Sus líderes, primero que sean humildes, en segundo lugar que vivan para servir a la gente que los necesitan. El liderazgo cristiano ha perdido su enfoque de servicio, y han buscado más ser alabado por los hombres que ser exaltado por Dios. “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”. (Santiago 4: 6).

Reflexiones como actuamos ante los demás compañeros líderes.