Gandhi decía que la acción tiene que ser una creación y no una reacción. Lo que quería decir, me parece, es que la reacción como respuesta a una acción tiene muy poco de creativa y de genuina, porque queda presa de la acción de la cual depende. De este modo, una reacción es siempre un acto muy condicionado por la acción ante la cual, justamente, reacciona.
Por eso, en nuestras acciones hemos de ser creativos, tratando de desprendernos de la influencia de las acciones que padecemos para comenzar a manifestar nuestro ser genuino y profundo a través de nuestros actos. Cuando nos pegan en una mejilla, decía Jesucristo, podemos también poner la otra mejilla, ser creativos, en vez de devolver el golpe, siendo reactivos. Un acto creativo habla de nosotros; un acto reactivo, en cambio, no habla de nosotros sino de la acción de otra persona de la cual depende. La reacción nos mantiene presos; la creación, en cambio, nos hace libres, genuinamente humanos