PARA MIS AMIGOS
Hoy quiero agradecerte a ti por tu amistad, por tu compañerismo, por tu confianza, por tu cariño, porque cuando mas necesitaba de ti, le pediste a Dios por mi recuperación, para que no me quedara, le pediste que me diera fuerzas y ahora que las tengo, le doy gracias a Dios por tu vida y por qué somos amigos.
Nos separa la distancia pero a través de las redes sociales nos hicimos amigos y a través de una actividad nos dimos la sorpresa que nos conoceríamos; ahora que somos amigos solo quiero pedirte un favor, que no desfallezcas, que no te rindas, que no te detengas ni para tomar impulso o para descansar, es mejor ir despacio pero seguro, que no voltees hacia atrás, que no veas los errores que has cometido, que veas a Cristo hacia el frente y sigas sus pasos, así como yo, que lo intento cada día.
Es cierto, no es nada fácil, pero tampoco imposible, recuerda siempre que Jesucristo ya hizo lo imposible al entregarlo todo en aquella cruz por ti y por mí. Renunciar cada día y poder cargar una cruz, quiere esfuerzo y dedicación y lo vamos a lograr junto a la ayuda del mejor guía, el Espíritu Santo, no estamos solos, tenemos a alguien super especial que nos guía a la verdad en todos los momentos.
Me he enterado que estas pasando por momentos muy complicados y has pensado que a nadie le importa tu situación, pero quiero recordarte que Jesús a estado ahí para ti. Problemas económicos, familiares, sentimentales, laborales entre otros. Se que has llorado y has dicho ya no más, me rindo, tiro la toalla, pero ahí en tu dolor; ha estado Jesús que te ha sostenido con brazo fuerte.
Somos de los que nos levantamos quizá destrozados del corazón, pero sabemos que recibiremos nuevas fuerzas de parte del que vive y permaneces para siempre, Jehová de los Ejércitos, para caminar y enfrentar la vida y enseñarle que con Dios todo lo podemos. ¡Animo!
No nos conformes a este tiempo, seamos ejemplos en todo, en nuestra manera de vivir, en nuestras actitudes, en como enfrentamos las situaciones, por muy difícil que sea nos va a tocar reabrir rumbos, rutas y caminos que han sido adornados con placeres de este mundo. Nos va a tocar no solo a lucir un parche o emblema en donde quiera que vayamos. Que inspiremos el viaje, con ejemplos eternos en la vida de esta generación de niños, muchachos, jóvenes y adultos.
Será un gran reto este próximo año, pero con la ayuda de Dios, saldremos adelante, con la ayuda de Dios seremos mejores cada día.
Quiero decirte que te aprecio tanto que he abierto mi corazón para escribirte estas palabras. A la distancia recibe un abrazo fraternal y que estas fechas de fin de año, puedas compartir lo que Dios ha hecho en ti y poder dejar huellas en la vida de alguien más.