Los Cristianos y el Halloween
¿Por qué los cristianos le dicen «no» a Halloween? ¡Justamente porque son cristianos! Halloween es una antigua fiesta pagana en la que los druidas (sacerdotes de ídolos) iban de casa en casa recaudando dinero para el dios Samain. Cuando una casa rehusaba cooperar, los sacerdotes maldecían y echaban maleficios a sus habitantes.
Muchos padres de familia sólo ven en Halloween una fiesta inocente con disfraces y entretenimientos. Pero, ¿qué hay detrás de esas cosas «triviales», detrás de ese séquito de brujas, fantasmas, esqueletos, vampiros y demonios? Sin relacionar forzosamente Halloween con prácticas ocultas, muchos educadores y psicólogos denuncian su carácter malsano.
Otros dicen: ¿Qué diferencia hay entre Navidad y Halloween? No hay que ser intolerantes, es el mismo comercio… Después de la fiesta de la madre y del padre se inventó la de las abuelas, y ahora se motiva a celebrar Halloween. Pero a diferencia de los momentos que exaltan la ternura, los lazos familiares o los que recuerdan la noche en que el niño Jesús llegó al mundo, Halloween es símbolo de maldición, de violencia y de muerte.
Aun con el riesgo de pasar por retrógrados, ¿cómo no levantarnos vigorosamente contra lo que supera el marco de una simple fiesta? Lo que debemos transmitir a nuestros hijos es un mensaje de paz, de amor, de vida: la buena nueva de Dios para la salvación de los hombres.