Para saber donde poner el escudo, tenemos que saber cuales son las partes vitales de nuestras vidas. Esto tiene que ver con las prioridades. Hay gente que lleva el escudo de la fe, colgado a la espalda, en medio de la guerra.
Nuestras partes vitales son en primer lugar nuestra vida y relación espiritual con Dios. Si esta parte se daña, todo lo que hay debajo, familia, economía, trabajo, salud, se daña. Esto es el corazón del guerrero. Una de las cosas que más ataca el enemigo, es nuestra vida espiritual. Por eso cuando una persona se enfría, es porque el diablo lo atacó, para sacarlo de Dios y terminar por destruirlo. Y esto le pasa a miles de cristianos en todo el mundo.
El corazón de tu vida, es tu relación con Dios.
Si esto está cuidado por el escudo de la fe, no tengas temor, porque Dios te entregará todo lo que quieras, haciendo de ti un guerrero de victoria TOTAL.
Papá, mamá, hijo o hija, cuando estamos bien en Dios, tenemos la habilidad y el poder de tomar, conquistar, lograr y vencer. Si Dios no está, estamos perdidos. Ubica el escudo y no permitas que nadie y nada, toque tu relación con Dios y con su cuerpo, que es Su Iglesia.